Se lo merecía. Se lo ganó a pulso. Luego de 77 años de vida institucional Aucas finalmente se coronó campeón del torneo nacional. Lo hizo tras derrotar 1-0 a Barcelona en la final de ida en Guayaquil, y luego de mantener un reñido 0-0 en la revancha, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.
Y es que todo valió la pena para presenciar el hito histórico de uno de los clubes más populares y queridos del país. Una muestra de ello es que aficionados de otros clubes hincharon por el ‘Papá’ en la gran final frente a Barcelona.
Navidad adelantada
Esta hazaña se suma a la obtenida el pasado 16 de octubre, cuando se clasificó, también por primera vez en su historia, a la Copa Libertadores, el certamen deportivo más importante de América Latina. Coincidencialmente, el plantel auquista obtuvo su pase tras derrotar 2-0 a Barcelona, en el estadio Los Chirijos de Milagro, en un partido válido por la fecha 14 de la segunda fase de la LigaPro.
Los tantos del defensa ecuatoriano Luis Cangá y del talentoso mediocampista argentino Víctor Figueroa sellaron el billete al torneo internacional más prestigioso y antiguo de Sudamérica. Ese día, los hinchas también celebraron -con bombos y platillos- la conquista, que solo fue posible con la llegada del estratega venezolano.
Fue lo que repiten a diario los aficionados. César Farías conquistó su corazón con humildad, sabiduría y coraje. Así fue como también se ganó la confianza de los jugadores.
El partido
El cotejo, no apto para personas con problemas cardíacos, lo protagonizaron Aucas y Barcelona la tarde y noche de del domingo 14 de noviembre, en el estadio de Chillogallo. El primer tiempo estuvo dominado por los pupilos del estratega Fabián Bustos. Los toreros acorralaron a los auquistas, desesperando al técnico Farías y a la hinchada.
Tanta fue la presión que el DT venezolano, como nunca, lució serio y hasta contrariado. La llegada oriental más clara la protagonizó Carlitos Cuero, en el minuto 9. Los hinchas esperaban con ansias el término del primer tiempo. Sus corazones no podían más con tanto sufrimiento.
En la parte complementaria, Aucas despertó, y fueron los hombres de Barcelona los que ahora entraron en desesperación. El nivel de ansiedad se elevó después de que el argentino Damián ‘Kitu’ Díaz desperdiciara la oportunidad de ponerse arriba en el marcador, tras fallar un penal, 14 minutos antes del finalizar el encuentro.
El golero seleccionado Hernán Galíndez fue el encargado de desviar el balón y mantener la ilusión de los hinchas orientales. “Gracias, Hernán, gracias”, gritaron los aficionados visiblemente emocionados, conteniendo el mar de lágrimas acumulado después de tantas emociones, luego de tantos años.
Tras la gran actuación del guardameta, las matracas volvieron a girar y girar, ensordeciendo a los espectadores.
La ‘melodía’ siguió sonando tras el término del cotejo, cuando finalmente Aucas se coronó campeón y dio la vuelta olímpica.
En las gradas y en la cancha hubo fiesta. Los jugadores saltaron, lloraron, se abrazaron entre ellos y, claro, apapacharon al estratega Farías, el artífice de las hazañas de un equipo que arrancó la temporada con un modesto presupuesto de USD 6 millones, frente a los USD 20 del plantel torero.
En los graderíos, los aficionados -conocidos y extraños- se abrazaron y entonaron el tradicional: “Y dale A… y dale A… y dale A”. Familias enteras se arrodillaron para agradecer la conquista. Dirigieron la mirada al cielo, luego a la cancha.
La fiesta, dijeron, seguirá durante noviembre y diciembre, y es que el campeonato y la clasificación a la Copa Libertadores fue el regalo de Navidad adelantada, el esperado por 77 años de vida institucional. ¡Salud, campeones!
Fuente. El comercio
